viernes, 10 de febrero de 2012

A LA SOMBRA DEL NOGAL

Debería ser prescripción facultativa el tener un rincón para pensar, y reservar un ratito de cada día para hacerlo.  No importa que sea en casa o fuera de ella, tan solo que sea un espacio en el que hayamos notado que estamos en paz y relajados, en el cual los pensamientos fluyan y se ordenen casi por si solos, estoy segura de que ese lugar existe para todos, lo que no implica que sea fácil encontrarlo, no hay que buscarlo, simplemente cuando lo encuentras, lo sabes. Por mi parte he tardado casi cuarenta años en dar con el mío, como en su día fue para Buda, está bajo un árbol muy querido para mi, mi nogal. ¿Porque ese sitio y no otro?, os preguntareis, pues la verdad es que ni yo misma lo se, simplemente se que es ahí. Seguramente influya el cariño que tengo por ese arbolito que yo misma planté hace diez años, y la admiración que siento por la fortaleza con que ha superado los muchos contratiempos que la vida ha puesto en su camino. En cierto modo, se parece un poquito a mi, su tronco va creciendo inclinado por el empuje del viento de tramontana, pero su sabia naturaleza ha dispuesto sus ramas apantalladas para hacerle frente y no dejarse doblegar. Es un árbol generoso y altruista, sin pedir ni esperar nada a cambio, en invierno, sus ramas desnudas dejan pasar algunos rayitos de sol para dar calor a sus verdes compañeros y, como cada año al llegar la primavera, como un milagro, sus ramas se llenan de grandes hojas de un verde relajante, para dar cobijo a insectos y pajarillos, y proteger del sol abrasador a sus compañeros, a mis gatitos, a mi perrito y a mi. He creado este blog como homenaje a ese lugar tan especial para mi, mi rinconcito para pensar A LA SOMBRA DEL NOGAL.